¿Pensando en practicar Mindfulness en el trabajo?
Seguro que en muchas ocasiones has sentido que tus pensamientos negativos estaban acabando contigo. No te preocupes, es algo común. En la mayoría de casos los especialistas te aconsejarían que acudieras a clases de mindfulness en Sevilla con el objetivo de poder mejorar cómo te sientes en el trabajo.
Sin embargo, empresas como EnPresencia destacan que en la mayoría de casos las personas que sufren este tipo de estrés, agobio o depresión no acuden a un profesional debido a su la desconfianza en esta práctica.
Por ello, en el siguiente post vamos a descifrar algunos bulos en torno al mindfulness que día a día escuchamos en distintas conversaciones.
- No se trata de dejar la mente en blanco. Aquello que queremos conseguir es observar lo que está sucediendo, no eliminarlo.
- No es pensamientos positivos. Cambiar aquello que pensamos es muy difícil. Por ello la intención es no juzgar, y si lo hacemos ser conscientes de ello. El mindfulness es una práctica que no tiene como objetivo la consecución de la felicidad, sino hacer más agradables las situaciones que se nos presentan. Se trata de aprender a estar en paz con los sucesos que se nos presentan en la vida.
- No se basa en relajarse. Conseguir la calma es una de las consecuencias de practicar esta actividad, pero no un objetivo principal. Si bien a lo largo del tiempo conseguirás entrar en un estado de tranquilidad con el fin de descansar y poner en calma tu mente. Como consecuencia, tendrás toda una gama de beneficios como el alivio del estrés.
- No es para nada hipnosis. Las cosas son tal y como son, no queremos percibirlas de ninguna otra forma. No queremos cambiar qué está sucediendo en ese momento sino vivirlo de la mejor forma posible a través de nuestro conocimiento.
- No huyes del dolor. Negar algo que nos duele no hace más que intensificarlo. Por ello hay que asumirlo como parte de la vida. Esta idea es muy compleja dado que en la mayoría de ocasiones actuamos con el fin de evitar pasarlo mal. A partir de esta práctica se consigue enfrentarse a este tipo de vivencias y manejarlas de la mejor forma posible.
- No elimina las emociones. Existe la creencia de que esta práctica consiste en eliminar todo aquello que sientes. Sin embargo es completamente lo opuesto: se centra en conocer qué estás experimentarlo y aceptarlo.
- No es algo teórico. Más allá de todo lo que puedas leer, lo básico es poder vivirlo como experiencia. Por ello acudir a clases de mindfulness en Sevilla podría mejorar en gran medida tu estado de ánimo.
- No busca éxtasis o apartarse del mundo. Ha sido una práctica budista durante mucho tiempo, pero ello no implica que no pueda practicarlo cualquier tipo de religión. Gran cantidad de investigaciones avalan los beneficios que produce la meditación en la psicología de quienes la practican.
- No se basa en centrarse en uno mismo. Es más bien sintonizar con el resto del mundo, centrándose por supuesto en nosotros mismos.
- No hay que dedicarle mucho tiempo. Basta con que sean unos minutos al día. Puedes ir aumentando la cantidad de tiempo diario que dedicas a ello a medida que pase el tiempo. Es cuestión de coger un hábito.
- No conlleva pasividad. No se detiene el tiempo. Es más bien una aproximación a la esencia de las cosas con el objetivo de poder reaccionar ante lo que sucede.
Por ello, si estás estresado en el trabajo y aún no sabes cómo cambiar la situación te aconsejamos que barajes la posibilidad de comenzar esta maravillosa práctica que tantos seguidores tiene a día de hoy.